Al respecto fuentes policiales y judiciales señalaron que se realizaron diferentes estudios a la menor, como un hisopado, que permitió descartar el acceso carnal. No obstante, la beba seguirá internada por un cuadro de desnutrición y la tremenda infección que presenta y que había hecho sospechar su sometimiento a un ultraje salvaje.
Si bien todavía resta que el juez de Instrucción Formal 6, José María Alvarado Solá, realice diferentes diligencias, familiares de las víctimas pidieron celeridad en la causa y que les comuniquen los avances.
El Tribuno se contactó con Gloria Monzón (48), madre de la joven sometida, quien indicó que “mi hija no puede caminar por los abusos. Tenía pinchazos en los brazos y una herida en el pecho, como un puntazo. Primero me dijeron que mi nieta había sido abusada, pero hasta ahora nadie de la Justicia se acercó para decirnos concretamente qué ocurrió”.
Temor
La mujer, que está embarazada, reside en el asentamiento Divino Niño, en un terreno de 10 por 20 metros en el que levantó dos cuartos con bloques superpuestos asegurados con barro, en los que vive con sus seis hijos y dos nietos.
Recibe una pensión por familia numerosa de $1.200 y algunos familiares la ayudan acercándole dinero esporádicamente.
“Queremos que nos den otro terreno, porque la gente que atacó a mi hija vive a cien metros y ya nos amenazaron diciéndonos que no íbamos a contar el cuento”, sostuvo. Finalmente agregó: “Quiero que se haga Justicia por el ataque que sufrió mi hija”.