No aceptan ambulantes en el centro por el Día de la Madre
La Secretaría Comercial y de Participación Ciudadana no accedió al pedido de un grupo de casi 40 vendedores ambulantes que solicitaron autorización para vender en las peatonales después de las 22, entre hoy y el próximo domingo, aprovechando el intenso movimiento comercial por el Día de la Madre. Los ambulantes protestaron ayer frente a la repartición municipal en repudio a los operativos de control que les impiden las ventas.
Indicaron que no mueven capital superior a los $ 600 ó $ 700 y que sus ganancias diarias son apenas suficientes para afrontar los gastos de comida del día para sus familias y que la mercadería que ofrecen no es ilegal. Tras el reclamo, el secretario del área Federico Hanne recibió ayer a la tarde a un grupo en representación de los vendedores, que propusieron instalarse en las esquinas de las peatonales Alberdi y Florida.
Se originó una fuerte discusión, durante la que manifestaron la decisión de instalarse igual y "que repriman, con balas de goma o con lo que quieran". Después de retomar el diálogo, el secretario Hanne ratificó que en las peatonales no podrán instalarse y que durante este fin de semana se intensificarán los controles.
De modo recurrente la Municipalidad afronta el problema derivado de la gran cantidad de gente que se dedica a la venta ambulante en la ciudad, instalando en realidad puestos fijos que compiten con los comercios establecidos.
El último gran movimiento de ambulantes desde las peatonales hacia otro sector se produjo con los 140 puestos construidos en el Parque San Martín a fines de 2008, lugar que ocuparon mediante la excepción a una ordenanza que impide ocupar espacios públicos con puestos de venta. La permanencia en el Parque San Martín se prorrogó por dos años, aunque no todos los concejales compartieron esa idea, lapso en el que la Municipalidad debe buscar otro sitio para llevar los puestos de venta.
Mientras esa situación aflora de nuevo, con la ocupación de un espacio dedicado al esparcimiento, se ha generado un nuevo grupo de vendedores que quiere las peatonales y reaparece el aspecto de la planificación para el espacio público, la desigualdad fiscal con los comercios establecidos y el obvio e inocultable aspecto social, con gente que no accede a puestos formales de empleo y debe optar por esa franja de actividad para subsistir.
